
En días como los de esta semana se funden dos motivaciones: las actividades por el aniversario de la Federación Estudiantil Universitaria y la Jornada del Educador.
Quiso la vida que también esta semana se rindieran honores a quien tuvo una meritoria labor como líder estudiantil y luego como educadora desde su papel de vanguardia en estructuras del PCC y la UO.

Compañeros, amigos y miembros de la comunidad universitaria, acudieron al simbólico Monumento de los Mártires Universitarios para depositar las cenizas de María de Jesús Calderíus Fernández, Maruchi, como cariñosamente le conocen.

Fue la última voluntad de quien resultase electa Presidenta Nacional de la FEU siendo estudiante de la UO. Años más tarde dirigió el Comité UJC en la propia institución, y el Comité del PCC. Aquí se hizo máster, doctora, y se forjó como maestra en los principios más enraizados de nuestro ideario. En la Escuela del Partido «Hermanos Marañón» dejó su ejemplar impronta.

Fue un acto de cariño, respeto y cercanía, a pesar del tiempo. Y así lo expresó el Dr.C. Pedro Tejera Scull, compañero y amigo en tantas misiones:
«Con frecuencia evocamos las vivencias compartidas, pero no con una Maruchi que no está, sino la que permanece en nuestros corazones y recuerdos. María de Jesús Calderíus Fernández ha honrado en su fructífera vida el apellido “Calderíus” de significado relevante en la historia de nuestro país. Igualmente, ha dignificado a nuestra querida Alma Mater, a la cual dedicó parte de su vida».
